lunes, 2 de marzo de 2009

Nos vemos en la carretera y en... CUENCA !!!


Qué sería de la vida de un motero si no tuviera buenas aventuras asfálticas que contar… Pero hay aventuras y aventuras. Hay aventuras que surgen al momento, improvisadas, sin nada planeado; y otras que llevas mucho tiempo esperándolas, hablándolas con tus buenos amigos, aquellos con los que has compartido muchos kilómetros y sabes que siempre están ahí aunque algunos estén lejos, para lo bueno y para lo malo, planficando lo básico para que realmente la aventura real surja dentro de una aventura planeada.

Dentro de tres meses escasos la aventura será camino a Cuenca. Una vetusta y austera planificación en la que el resto está destinado a la improvisación. Da gusto saber que puedes contar con amigos a los que no les importe la hora de salida, ni el frio, ni la distancia, ni dormir en una cuneta… Amigos a los que no les importa que se les quede el culo cuadrado con tal de compartir contigo la soledad entre tu y tu montura mientras ruedas. Que comparten la misma sensación de sentir el golpe del viento en tu pecho, el sonido de las revoluciones de los pistones, los bailes de los dedos cuando notas que se te duermen, las ganas de encontrar una buena posada donde te sirvan un reconstituyente café que ayude a subir la temperatura de tu cuerpo… Seremos masocas los moteros? Igual sí, pero me mola ese masoquismo!

En otros extremos de la Península y fuera de ella (Canarias, en éste caso), otros masoquistas del asfalto están sintiendo lo mismo que nosotros. Hacen exactamente lo mismo, el viento les golpea el pecho, las manos se les duermen, pero el destino es común en todos ellos: Cuenca. Nos encontraremos allí con un buen puñado de amigos. Algunos a los que conozco personalmente y con unas ganas locas de volverlos a abrazar, y a otros a los que será la primera vez que les doy un abrazo; pero un abrazo sincero y de corazón, pues a pesar de que hasta ese momento la amistad ha sido forjada de un modo digamos, virtual, han sido muchos los acontecimientos que demuestran que realmente se merecen un abrazo de todo corazón.

Es el segundo año en que unos locos que pasan la mayor parte de su tiempo libre junto a su niña
cromada van a encontrarse para acabar juntos con todas las existencias de cerveza de la ciudad que será escenario del encuentro, para entre trago y trago, contar anécdotas, compartir vivencias, reir… Quien más y quien menos goza a menudo de momentos así, pero cuando todos estos momentos vienen después de tragarte 3 o 4 depósitos de gasofa en unas horas, saben mejor que irte a cenar al restaurante más caro de tu ciudad. Ser humilde y sencillo te ofrece la posibilidad de divertirte y disfrutar precisamente de eso, de la humildad y sencillez, y, de alguna manera, compadezco a aquellos que necesitan de la opulencia para pasarlo bien.

Entre moteros suele decirse: “ nos vemos en la carretera!! “, pero ahora toca decir:

NOS VEMOS EN CUENCA!!!



(no olvides para la música del reproductor de radio para ver el vídeo)