miércoles, 7 de enero de 2009

Las primeras cervezas del año

A menudo todos nos deseamos empezar el nuevo año con el pie derecho. Pero no olvidemos que empezarlo con buenas cervezas, y rodeadas de buenos amigos, sin duda es síntoma premonitorio de que el comienzo es bueno.

Hacía mucho tiempo que había perdido el contacto con Jordi mi excompañero de batallitas (y nunca mejor dicho, pues fuimos compañeros en una mili entera, y al que los soldaditos que congeniamos con él le pusimos el mote de "Rocker"... por el tupé?). A veces nos habíamos encontrado por los tugurios del centro de la ciudad, tugurios donde el Rock & Roll y las cervezas nunca se acaban. Siempre había habido una relación muy cordial. Es lo que tiene compartir barracón y barrigazos.

Siempre digo que las casualidades no existen. Las cosas suceden porque tienen que suceder. El destino quiso que nuestros caminos se cruzaran sobre dos ruedas. Que alegría volver a saber de mi amigo Rocker !!!! Siempre le había guardado un aprecio especial.

Muchas veces, cuando dejas de ver a alguien durante mucho tiempo, ése tiempo enfría la relación y los motivos de conversación, convirtiendo a ése alguien que te encuentras casi en un desconocido. Pero con Rocker no fué así, todo lo contrario.

He tenido la fortuna de conocer desde dentro lo que él empezó una vez colgado el petate. Un grupo de gente, de los más antiguos de la ciudad, que se ha hecho grande. Un grupo sólido, gracias a la gente que de él forma parte. Una gente cordial, en la que no te sientes extraño la primera vez que los visitas. Te sientes como parte de ellos. Apretones de manos fuertes y sinceros, como buenos y leales caballeros.

Mis primeras cervezas del año fueron junto a ésta gran familia que son los Calaveras. Unas cervezas y una fiesta que siempre quedarán grabadas en mi corazón.

Amigos Calaveras, os deseo lo mejor de lo mejor. No sólo éste año, si no todos los que vengan.

Que sigais igual de humildes y sencillos, cordiales, y sobre todo, que la amistad y lealtad no decaiga jamás. Suerte!!!